
El Día de la Madre es la ocasión ideal para rendir homenaje a esa figura única e irrepetible que siempre está ahí. Este año, el regalo que combina exclusividad, elegancia, distinción y singularidad se embotella en el corazón de Castilla y León, y es una joya líquida extraordinaria y sorprendente.
Tan irrepetible como es ella, De Alberto Dorado Dulce representa la singularidad de algo único que, como las manos de un orfebre, evoca el manto artesanal de la enología más cuidada y el paso del tiempo en un rincón irrepetible. Un vino elaborado en una de las bodegas de mayor tradición de la Denominación de Origen Rueda, en el que la variedad Verdejo muestra su cara menos conocida.
De Alberto Dorado Dulce es probablemente el vino más especial y singular elaborado por Bodegas De Alberto.
Creado con la mejor uva Verdejo, ha desarrollado su crianza oxidativa en damajuanas de cristal y, tras pasar al menos dos años en botas de roble por el tradicional sistema de presoleras y soleras, llega al mercado como una joya de muy limitada producción.
Un vino con un atractivo color dorado brillante con reflejos de oro viejo. Su aroma evoca un sofisticado bouquet a vainilla, frutos secos y pasas. En boca es largo y expresivo donde vuelven a aparecer los aromas percibidos en nariz.